“La fresca de la semana” de hoy es especial, no sólo porque tiene nota de cata incluida, sino también, por la gran experiencia en la visita a la fábrica de Funes Birreria, ubicada en el corazón de Chacarita, en Olleros 3750. De la mano del gran Capitán Lúpulo, hemos llegado a esta cervecería más que interesante donde hemos podido observar cosas de su producción y maridarlas con algunos platos.

La recepción y guía fue a cargo de Lucia Maschio, la brewmaster de la casa. Ella, detalló paso por paso, recorriendo cada parte en el proceso de la cocción de la cerveza de Funes. Desde la molienda del grano hasta los fermentadores, cada detalle está cuidado. En todo momento Lucia estaba atenta a cualquier duda que surgía para un grupo compuesto por cerveceros, sommeliers y aficionados a la birra artesanal.

En la fábrica se cocina una vez por día, lo cual hace disminuir considerablemente cualquier tipo de contaminación. Se hacen filtrados diarios sobre los fermentadores, por lo tanto, se generan cervezas muy limpias. Mientras nos contaba cómo era un día de cocción, la noche se iba armonizando con sus diez variedades de cerveza, todas hechas con materia prima importada, y la degustación empezó con una Golden y luego con una Honey. Mas tarde, sirvieron una Ginger, una Scottish Amber Ale, una Belgian Ale, una Bapa (Buenos Aires Pale Ale), una Margo (IPA con naranjas silvestres), una IPA y una Stout Nitro.

Por supuesto, como acompañamiento a las birras sirvieron un tapeo para maridar, buñuelos de espinaca, tortilla de papas, berenjenas en escabeche, faina rellena con panceta y champiñones, y para cerrar, un postre bien argento: queso y dulce, el famoso «vigilante». Más allá de los platos y de las degustaciones, logramos hacer dos notas de cata de Funes.

NOTA DE CATA

Si bien no soy amante de la cerveza Honey, hay que destacar el trabajo que tiene esta cerveza. Tiene un aspecto ambarino con destellos dorados, de buena formación y retención de espuma, que genera lacing (el dibujo de la copa). Con una carbonatación de fina a media, cosquillea el paladar. Se siente bien presente el grano, dulzón. La miel es protagonista en todo momento y se la siente bien floral. Con un final de boca dulce, muy agradable, no empalagoso, se termina de redondear.

Por otro lado, la Stout Nitro es una cerveza con un color marrón muy profundo, casi negra. Con gran formación de espuma, de infinita retención, tiene una textura muy cremosa. En boca se sienten muchas notas de café y cascarilla de cacao, ideal para maridar con el queso y dulce. El queso, puntualmente, hizo que la cremosidad de la cerveza se marque aún más y el membrillo destacó los matices amargos del café y la cascarilla.

Por Luciano Miotti

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