Güira festejó con todo sus 8 años

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Güira

Música, comida, y mucha mucha birra formaron parte del festejo de Güira al que asistieron más de cien personas.

La fachada de Montes de Oca 367 es indistinguible del resto de las fábricas o casas que hay en esa zona de Avellaneda. Pero adentro late algo distinto. Del portón se oye música fuerte y ambiente festivo. Se están preparando para celebrar. Güira cumplió ocho años y tiró el tap room por la ventana. La fecha era propicia: 4 de mayo, día en que se celebra a nivel mundial a los cerveceros artesanales. Desde las 17, más de cien cerveceros, amantes de la birra, instagramers, y fanáticos de Güira pasaron por la fábrica para desearle un feliz cumpleaños al fénix, probar las cervezas y tirar algún paso.

Desde temprano, el equipo de Güira trabajó para acondicionar la fábrica y brindó una esmerada atención a los invitados. Es que para su fundador, Cristian Meter, la cervecería no es solo una empresa. “Es como si fuese un hijo más, es algo muy groso que pasó muy rápido, pero por otro lado sigo teniendo el mismo amor y dando todo por esto”, explicó Meter a A la fresca!. La pasión se ve reflejada en los premios que cosechó Güira a lo largo de estos años, especialmente con la “Bomber IPA”, cuyo último galardón se lo llevó este año en Aro Rojo de México.

El ambiente fue de absoluta camaradería, quizás parezca un cliché en el mundo cervecero, pero fue así. Las personas que se acercaron a la fábrica abarrotaron el tap room y siempre había una buena oportunidad para hablar con algún desconocido: en la barra, en las mesas comunitarias, en el metegol o en los dardos. También muchos fanáticos de la birra con conocidos perfiles de Instagram pudieron conocerse finalmente cara a cara. “¿Vos sos tal? Yo soy Fulano”, y así.

Mientras tanto, la birra fluía y fluía de las canillas. En la barra se podían pedir siete estilos. Los clásicos infaltables como la “Bomber IPA”, la “Criminal Red” o la “Desafío Session”, y otros más nuevos, como la “Freaky Friday NEIPA” hecha especialmente para el aniversario, o la “Orgasmic Hazy IPA”, que Güira hizo en colaboración con Deleuze. Esta última estuvo en barricas de roble con Brett, lo que el perfil de la cerveza cambia completamente.

En la previa a su aniversario, Güira hizo un restyling de su logo. “La idea este año es seguir dándole mucha bola al tap room. Abrir también sábados, hacer visitas guiadas y expandirnos para llevar la cerveza a más provincias. El mes que viene comenzamos a enlatar”, adelantó Meter, mientras añadió que “queremos que una birra de Güira llegue a cualquier persona y que la pueda tener en su heladera”.

En este contexto, para el fundador de la cervecería, Güira tuvo tres grandes momentos a lo largo de estos años: El primero, cuando pudo comenzar a vender la cerveza, el segundo, la elaboración de la “Bomber” (desde la idea hasta las distintas medallas que consigue) y el último fue este festejo en el octavo aniversario. “Es un quiebre en todo. Renacer como un fénix, volver y arrancar de vuelta conociendo gente, compartiendo momentos en el tap y en todos lados”, concluyó Cristian.

La fiesta se extendió hasta entrada la madrugada, y los invitados se quedaron bailando unas cumbias maridadas con cerveza. Razones para celebrar sobraban. Ocho años para un proyecto cervecero es mucho tiempo de, no sólo permanencia, sino también de calidad. Salud por ello.

Por Facundo Rodríguez Saura

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