La cerveza es un unificador universal de clases sociales, razas y credos. Con hamburguesa o con pizza, con maní o papas, con amigos o en pareja (o solos); la cerveza es la bebida alcohólica más consumida por los argentinos, al menos, desde el comienzo del milenio para acá. De aquí que siempre es interesante analizar las características del consumo de los argentinos, en particular, con la cerveza artesanal. A la fresca! tuvo acceso a un estudio universitario en donde se obtuvieron interesantes resultados.

De acuerdo con la encuesta realizada a más de 500 personas de la Argentina, el estilo de cerveza artesanal preferido es la Golden, seguida casi en una paridad, por las IPA y las Honey. Un dato llamativo es que, el nivel de preferencia de los eligen la IPA, es mucho mayor que los de la Golden. Es decir, quienes escogen este estilo lupulado tienen un favoritismo que no sucede con el resto de los estilos.

También es importante destacar que, entre los encuestados que se encuentran en CABA y GBA, la Honey es ligeramente favorita versus la Golden. La incursión de la miel en la cerveza es una de las características más populares dentro de los consumidores porteños. Para muchos, la cerveza artesanal es sinónimo de birras amargas como la IPA o cervezas más dulces como la Honey. Si bien este panorama se amplía lentamente, el pensamiento en el inconciente colectivo aún persiste.

Según este relevamiento, el 91% de los consumidores de cerveza se encuentran en la franja de los 23 a 45 años de edad, con un porcentaje muy parejo de hombres y mujeres, lo cual demuestra la transversalidad del producto. Con respecto al consumo, el 95% de los encuestados contestaron que han tomado cerveza en el último mes y que el 90% aseguró haber probado al menos una cerveza artesanal, de los cuales el 79% las prefieren ante una industrial.

Hasta acá, no hay muchas novedades: la cerveza es la bebida alcohólica más consumida y hay un gran crecimiento del mundo de la cervecería artesanal. Estos números no son una gran sorpresa. Donde sí empiezan a verse algunas cifras más variadas es en la elección de los argentinos por el lugar para beberla. Si bien el 69%, una gran mayoría, elige consumir en un bar, el otro 31% prefiere hacerlo en su casa. Además, ocho de cada diez encuestados confirmaron que toman o tomaron cerveza artesanal en sus casas. De quienes prefieren la cerveza industrial, en cambio, casi el 92% prefiere tomarla en los bares.

Desde botellas de un litro, pasando por los growler de 1.9 litros, hasta en choperas de 10 litros, casi seis de cada diez consumidores que deciden llevarse la birra a sus casas, consideran importante que el producto final esté en condiciones óptimas y que se pueda servir de manera similar a la birra tirada en un bar. Una curiosidad que se extrae del informe de consumo es que, quienes eligen consumir en sus casas a través de los growlers de 1,9 litros, se encuentran mayoritariamente en la brecha de los 27 a los 32 años, superando ampliamente al grupo de jóvenes con menos de 25. Un grupo que sorprendió, además, fue el de hombres de entre 37 a 42 años, brecha de edad en la que volvió a dispararse el número de consumidores de growlers.

En cuanto a la cantidad de cerveza consumida, para evaluar el impacto de la situación económica en la población consumidora, el 74% de bebe entre uno y cinco litros de cerveza mensuales: el 38% consume apenas uno o dos, y el 36% entre tres y cinco. Otro 17% de encuestados toma más de seis litros mensuales, mientras que el 9% restante no llega al litro por mes.

Según los resultados del panorama de consumo, cuanto más barato, mejor. La devaluación y la inflación actual hacen que el precio sea un factor determinante a la hora de tomar una birra. Sin embargo, se destaca que un 38% posiblemente compraría una birra que esté entre $120 y $150 por litro. De hecho, el 24% consideró fundamental que el valor de la cerveza sea atractivo dependiendo del formato que se lleve.

El consumidor argentino es clásico y ante el abanico de opciones de estilos cerveceros, prefiere ir a lo seguro. Cada vez que decide experimentar lo hace de manera cauta. Por eso, al hablar de estilos amargos y bien lupulados, la IPA es casi la preferida por todos. Para birras más suaves, la Golden y la Honey son las más llevadas. Cabe esperar a que las Sour efectivamente invadan las pizarras cerveceras. Teniendo en cuenta la preferencia del paladar promedio, es posible que las birras ácidas se metan en esta ecuación, siempre y cuando, la calidad de la cerveza esté a la altura de la demanda del público. Sin embargo, es una incógnita si el sabor ácido de las Sour se impondrá entre los consumidores.

En un momento complicado de la economía del país, los cambios en el consumo se notan. El precio de la birra comienza a ser un factor importante a la hora de comprar. Sin embargo, el mundo craft siempre ha apuntado a un público de una clase económica que busca un poco más de excelencia en los productos. De ahí que, aún, la conservación, transporte y calidad de la cerveza son los objetivos que los cerveceros deben buscar en un mercado cada vez más difícil.

Por Lucas Trotta y Alejandro Tellería

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