En Rosario, Santa Fe y Mendoza volvieron a abrir los bares y restaurantes.

Se hizo esperar, pero finalmente llegó: el día de la reapertura. Después de más de dos meses los bares y restaurantes de algunas ciudades importantes del país como Rosario, Santa Fe y Mendoza, volvieron a abrir sus puertas.

Claramente no se volvió a lo que era antes, desde el lunes comenzó una “nueva normalidad”. Los locales gastronómicos tuvieron que levantar las persianas con estrictas medidas de seguridad sanitaria para evitar posibles contagios de coronavirus.

Para empezar, solo se puede ingresar con turno previo, las mesas no pueden estar ocupadas por más de seis o diez personas, dependiendo del local y la distancia entre las mesas debe ser no menor a los dos metros.

Bares
Foto: Alfredo Ponce (Télam)

Las autoridades municipales rosarinas resaltaron el comportamiento y la prudencia del público en esta nueva etapa. A pesar de que la mayoría de los locales insisten en que trabajar en estas condiciones sigue sin ser rentable, es un avance en esta situación pandémica.

“Gracias a todos los que ya pasaron a saludar y a todos los que están reservando para venir esta semana. Entre todos vamos entrando a esta nueva normalidad, sabemos que no es lo mismo que antes, pero al menos podemos disfrutar de unas birras juntos”, anunciaron en las redes sociales de uno de los bares de Antares, particularmente, el de Rosario.

El taproom de Okcidenta en Rosario también volvió a abrir sus puertas, pero con el 50% de la capacidad total, además de respetar la distancia y evitando la aglomeración de personas. “Reforzaremos al máximo las medidas de higiene y sanitización cumpliendo con los estándares establecidos por protocolo”, comentaron.

Además, indicaron que para la toma de reservas era indispensable que todos los integrantes de la mesa aporten sus nombre, DNI y teléfono de contacto. A su vez, todos, “sin excepción” deberán entrar con tapabocas puesto. “En esta primera fase de apertura, confiamos en el compromiso y responsabilidad de todos”, explicaron.

“Esta semana es muy intensa de preparativos con los protocolos, para poder dar cumplimiento a lo que se exige para que todos podamos seguir cuidándonos”, declaró Alejandro Pastore, secretario de la Cámara de Hoteleros y Gastronómicos de Rosario.

El intendente de la ciudad capital santafesina, Emilio Jatón, festejó la reapertura económica y sostuvo que este logro “es producto de un trabajo articulado que venimos sosteniendo hace tiempo con muchos sectores. Por eso, está en todos no perder lo que logramos”.

En Mendoza, la cadena de bares puesta por la cervecería Peñón del Águila reabrió sus puertas con sumo cuidado. Solo pueden ingresar quienes tengan una reserva hecha; al entrar, los consumidores deberán desinfectar su calzado; habrá amplia disponibilidad de alcohol en gel para los clientes y personal del bar y el menú está de manera digital, para evitar que las personas tomen contacto con las cartas.

Asimismo, en el interior del bar, las mesas no podrán ser de más de cuatro personas y la distancia entre las mismas será de no menos de dos metros. Aconsejan a los clientes abonar con medios de pago digitales y, si hay personas que están en los grupos de riesgo de coronavirus, hay que avisar a los encargados del bar, que prepararán un lugar especial.

Bares
Foto: Adrián Lugones (Télam)

Para el diario La Nación, el dueño del bar Beerlin, uno de los bares más fuertes en Mendoza, explicó que desde antes del fin de semana pasado comenzaron dando reservas y que la gente tarda en adaptarse a “cómo funciona el formato de reserva, pero lo bueno es que ya tenemos clientes confirmados para la semana que viene”. “En nuestro caso trabajamos con una web app con un código QR en la mesa donde los clientes tienen la carta y pueden pedir y pagar online, hasta en cuotas. No es necesario pararse a tomar contacto con nadie y hay un punto intermedio donde el cliente busca lo que solicitó”, agregó.

En un panorama tan oscuro, la pequeña lucecita que se ve al final del túnel llena de esperanza a toda la cadena cervecera. Esta situación va a pasar, en algún momento. Más pronto que tarde, la actividad va a volver. Pero es importante entender que, de no respetar las medidas sanitarias, principalmente en los lugares donde la circulación del virus es mayor, la situación epidemiológica empeorará y el freno de la actividad se estirará en el tiempo.

Por Alejandro Tellería

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